Un análisis del discurso de Evo
Morales, a instancias de la ceremonia ancestral de asunción, en Tiwanaku
por Lorena Suárez*
FOTO: Ailen Garelli
Mientras la
sociedad argentina se conmocionaba por la muerte del fiscal de la causa AMIA,
tenía lugar la ceremonia de asunción de mando del presidente del Estado
Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma. En la ciudad sagrada de Tiwanaku, a
tres horas de distancia desde La Paz, miles de pobladores, integrantes de comunidades
originarias, vestidos con coloridos trajes festivos, se hicieron presentes para
escuchar a su jefe espiritual y político. Evo, vestido de un impecable blanco,
con aplicaciones doradas, atravesó la puerta del sol para dar su mensaje de
“revolución política y cultural”.
Antes de
empezar, Morales saludó a los cerros que lo rodeaban, saludó al padre sol, a la
madre luna, a la sagrada hoja de coca y a los espíritus protectores de los
ríos, montes y bosques y a la sagrada madre tierra Pachamama.
Acompañado por
los “sabios amautas”, encargados de transmitir conocimiento, Evo se refirió al
Pachakuti (Pacha: equilibrio; Kuti: retorno), al retorno al equilibrio. Para
que no quedaran dudas, el presidente de Bolivia explicó “hemos soportado durante más de 500 años la oscuridad, el odio, el
racismo, discriminación e individualismo, desde que llegaron los hombres
extraños quienes nos dijeron que había que modernizarse, había que civilizarse
y para ello nos enseñaron su filosofía de muerte”.
“Hacemos esta ceremonia para agradecer a
nuestros líderes, hombres y mujeres que han entregado su vida por nosotros…Tiwanaku
ya era una ciudad milenaria cuando Cristo estaba naciendo en Belén el año cero
de nuestra era, ya era un centro ceremonial sagrado para todo el territorio
andino” y recordó que desde esas tierras se desarrollaron las múltiples
variedades de papa que alimentaron a Europa en plena hambruna y la tecnología
agrícola para producir quinoa, uno de los alimentos más requeridos en el mundo
por sus múltiples propiedades; además de
la industria textil, la cría de camélidos, cerámica, esculturas, artesanías,
estudios de arte, religión y filosofía.
La economía
de Bolivia tiene su base principal en la extracción y en la exportación de
sus recursos naturales, principalmente mineros y gasíferos. Hoy, tras ser
gobernada por Evo en dos mandatos, Bolivia representa el país con mayor índice
de crecimiento de la región (con un 5,1%). Produce y exporta gas, litio, plata
y hierro, además de café, cacao, sésamo, quinua, amaranto y almendra.
Los
bolivianos, al igual que los argentinos, los ecuatorianos, los brasileros, los
venezolanos y otros pueblos de Latinoamérica, estamos viviendo una década de
luchas y conquistas populares. Están cambiando las estructuras políticas y
económicas, dando lugar a la conquista de derechos y devolviendo a los estados
la soberanía de sus recursos naturales. “No
se trata de un retorno romántico al pasado. Se trata más bien de una
recuperación científica de lo mejor de nuestro pasado para combinarlo con la
modernidad. Pero no con cualquier modernidad, sino con una modernidad que nos
permita hacer industrias sin dañar a la madre tierra”, aclaró Evo.
A través de
la creación de Estados sociales, protectores y equitativos, se ha avanzado en
la región principalmente en cuestiones vinculadas a la redistribución de la
riqueza. En ese sentido, Álvaro García
Linera, vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, expresó, a
instancias de la asunción de su tercer mandato, “El continente está rompiendo tutelajes y padrinazgos obscenos y ha
retomado su capacidad de decidir sus propios destinos. Las naciones indígenas
oprimidas por siglos, los movimientos sociales explotados por décadas, no solo
han retomado el protagonismo histórico, sino que, como en Bolivia, se han
vuelto poder de Estado y hoy conducen el país”.
El mensaje
fue claro. El mensaje es Evo dando el mensaje. El mensaje es un representante
de los pueblos originarios hablándonos de pie, invitándonos a vivir en armonía
con la naturaleza, con los recursos y con el planeta. El mensaje es
Latinoamérica reclamando la soberanía de sus recursos. El mensaje es Bolivia
hablándonos del Pachakuti. El mensaje es Tupac Katari, Tupac Amaru, Bartolina
Sisa, Eduardo Quispe, Pablo Zarate Wilca, Juana Azurduy y los más de 140
millones de indios masacrados en nombre de la civilización para que Evo pueda
en Tiwanaku recordarnos que “nuestros
antepasados no conocieron la pobreza, la pobreza es producto de la colonización
y de los modelos de desarrollo económico y social implantado por los países
capitalistas”. El mismo desarrollo insostenible que generó y sigue
generando las catástrofes ambientales a las que asistimos. “No es cuestión de razas, no se trata de un
problema de colores porque no es el color de mi cara el que te va a matar, lo
que te va a matar es el color del agua que tomas, lo que te va a matar es el
aire que respiras. Somos miles de colores pero un solo planeta”, concluyó
Evo desde el altiplano boliviano para el mundo.
* Lic. Lorena
Suárez - Ciencias de
la Comunicación (UBA) – Especialista en Ambiente y Comunicación - Integrante
del Frente Ambiental por la Inclusión
Muy buena, Lorena. Abrazo
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http://www.pressenza.com/es/2015/03/asuncion-de-evo-morales-y-dia-de-la-mujer-trabajadora-en-continentes-y-contenidos/
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